lunes, 10 de noviembre de 2008

Hans Christian Andersen

La vida de Hans Christian Andersen se parece a la de algunos de los sufridos protagonistas de sus cuentos. Su familia era tan pobre, que el padre construyó la cama matrimonial con los restos de catafalco fúnebre comprado en un remate. Ese padre, por otra parte, era un hombre cuyas ideas y pensamientos tenían poco que ver con el mundo de las necesidades inmediatas: en vez de remendar los zapatos –era zapatero-, prefería huir al bosque a soñar. Hasta que un día se marchó definitivamente de casa para combatir al lado de Napoleón. Volvió, sin embargo, al cabo de un año, pero tan enfermo, que poco después murió.
Hans Christian creció casi solo, ya que la madre volvió a casarse y lo dejó poco menos que libre a si mismo. Fue a la escuela hasta aprender a leer y escribir; luego, la abandonó. Había heredado de su padre la propensión a escaparse a los bosques y soñar, y si a ello se agrega que permanecía largas horas contemplando el mar, se tendrá una idea de su carácter infantil. Cuando creció, no cambió mucho, de modo que se le hizo difícil conseguir trabajo, aunque los probó todos.
Contrariamente a la contemplación inactiva practicada por su padre, el futuro escritor hizo de su temperamento soñador la fuente de su inspiración, es decir, el motivo de su trabajo. Desde muy temprana edad, y a solas, como todas las cosas que hacía, se puso a escribir comedias y otras obras de teatro, las que alternaba con la concepción de relatos cortos. Hans Christian sólo parecía ser un contemplativo apático; la verdad era que se convirtió, acicateado por su vocación de comediógrafo y cuentista, en un formidable trabajador.
Había nacido en Odense, Dinamarca, el 2 de abril de 1805. Sus andanzas le llevaron, siendo apenas un joven, a otros lugares de la patria. Ocurrió que teniendo sólo 14 años, después de ver actuar a una compañía de cómicos que pasaba por su ciudad natal, decidió irse con ella, camino de Copenhague. Tomó la decisión metiéndose en el bolsillo los únicos 15 táleros (moneda antiguamente alemana) que poseía, y allá se fue. Él no lo sabía, pero al emprender la marcha lo hacía llevando consigo al escritor al que había dado vida con su coraje.
En la capital del reino le esperaba una desigual batalla: quería ser actor, y su figura poco agraciada no le ayudaba; quería ser autor de piezas teatrales, y sus comedias no gustaban. Solicitó ser admitido en compañías de reconocida trayectoria y en otras de menor fama, pero en ninguna obtuvo respuesta: sus mediocres cualidades histriónicas desalentaban a empresarios y directores. Recurrió al padrinazgo de algún noble, pero tampoco.
Estos reveses y las privaciones correspondientes (de los magros ahorros no le quedó nada bien pronto) no le impidieron, sin embargo, continuar con su ritmo de trabajo. Seguía produciendo, aunque no gustaran sus escritos. Fue así como la publicación de un poema, “El niño moribundo”, atrajo la atención de un conocido poeta, Oehlenschlanger, y de otras personas interesadas en su producción, que decidieron ayudarle. Comenzó para él una buena época, la que se convirtió en excelente cuando conoció al político Jonás Collin, eminente hombre público que decidió protegerle en adelante. Por intervención de este providencial mecenas, Hans Christian volvió a la escuela y siguió estudios regulares costeados por el Estado. Había comprendido que su triunfo llegaría cuando dominara la lengua nativa y pudiera dar forma con un mejor instrumento a sus inacabables imaginaciones.
Cuando terminó los estudios, se dedicó de lleno a escribir para el teatro. Una y otra comedia fue saliendo de su fértil fantasía. Pero a ninguna compañía le interesaba, preferían arriesgar con otros autores. Tanto insistía él, que, en ocasiones, las obras lograban la aprobación de algún director y hasta el elogio de algún crítico. Andersen creía tocar el cielo con las manos. Pero en seguida venía la realidad: la pieza siguiente era rechazada y criticada duramente. El escritor no había nacido para autor teatral.
Entonces, Hans Christian, que tenía de todo menos de haragán, se puso a escribir cortas narraciones, obligado por las necesidades que otra vez volvían a rondarle. Esos cuentos y relatos encontraron rapidísimo eco entre el público.
Él ni se asombró; lo creía natural. Pero no se daba cuenta de la importancia de esa producción. Y seguía creyendo que lo fundamental para un creador era triunfar en la escritura de comedias y novelas.
Sin que él se diera cuenta, al cumplir los treinta y cinco años de edad su nombre era ya el de un escritor conocido. Esos cuentos que él producía como que si no le costarán, y hasta sin darles valor, habían ido creándole una fama que crecía día a día. Comenzaron a lloverle las invitaciones para visitar castillos de nobles protectores de las letras, que le declaraban huésped de honor; las ciudades se disputaron su presencia, considerando un privilegio contarle en sus cortes. En fin, los viajes ocuparon su vida desde entonces, y así conoció Suecia, Francia, España, Grecia e Italia.
Todo esto le entusiasmaba, despertaba su curiosidad de niño grande. Pero no cesaba de producir y, por esta razón, por una afortunada novela titulada “Improvisadores”, su fama se hizo verdadera y duradera en toda Europa. Al menos así lo creyó él, ya que creía menos largo, en la memoria, el camino de sus cuentos admirables.
Una vez más, como un personaje de esos cuentos, regresó a Dinamarca, a su Odense natal, en la apoteosis de su gloria de escritor. Había salido pobre y desconocido, y volvía rico y renombrado. Orgullosos, los dinamarqueses, al oír tantos elogios de él y al ver su obra variada y bella, acumulada con el andar de los años, decidieron levantarle un monumento. Se cuenta que Hans Christian, ya viejo, solía pasearse dando vueltas alrededor de la estatua y mirando él también con admiración al creador de tanta narración fabulosa, poética y aleccionadora, como si no fuera él mismo.
No sabemos si daba igual importancia al Patito Feo, uno de sus inolvidables personajes, de todos conocidos; a Sirenita, a soldadito de Plomo, al ruiseñor, a princesas, hadas, gnomos y otros seres fabulosos que creó o recreó con tanto acierto, o a sus otros escritos. El mundo que había hecho vivir con la palabra, sacado de la magia de la infancia de todos los pueblos y todos los tiempos, ese mundo él lo llevaba dentro; por eso, tal vez, nunca lo tuvo muy en cuenta. Para la literatura universal es tan hermoso y ha logrado tanta aceptación, que en la melancolía que lo envuelve creemos ver algo de su espíritu soñador y luchador.
Andersen, consagrado, admirado y querido, murió a los setenta años, en Copenhague, en casa de unos ricos comerciantes amigos suyos que le alojaban temporalmente.
Akira
Joselin

sábado, 11 de octubre de 2008

Pasos para enamorar

Me han enseñado a amar, me lo han enseñado de una forma tan simple, tardada pero simple, es difícil de entender, pero la persona que me enseño recibió su boleta de graduación al enseñarme a mí, y yo la recibiré algún día cuando consiga que alguien me ame de la forma en que yo lo llegue a amar a él, no sé si me entusiasme de la misma forma en que se entusiasmó él al saber que lo había logrado. Son simples los pasos que tienes que seguir…
Paso Nº 1: debes buscar a la víctima, perdón, me equivoco, debes buscar una tonta voluntaria, alguien a quien sepas bien que no le interesas ni tantito, así será más grande el reto, debes hacerle sentir que te interesa tanto, hacerle sentir que piensas en ella, más que en ti, claro, esto no es cierto, únicamente es un simple formulario, debes decir que la verdad es lo más importante en una relación, debes también decir, la confianza debe ser indispensable “confía siempre en mí, yo nunca te lastimaría”.
Paso Nº 2: cuando consigas lo anterior debes decir te quiero, una, dos, tres o hasta mil veces, hasta que ella o él pueda creer que es verdad. Es importante que los pasos sean en orden, de otra forma la o lo asustarías, la distancia es también una forma de que se enamore, toda persona extraña a quien le dice lo que quiere escuchar, extrañarte hace que crezca ese amor por ti; durar distante un mes, dos, tres o hasta un año ¿para qué? Podrías preguntarte. Pues bien, él o ella pensará en el momento en el que pueda volverte a ver, y ese momento va a llegar, no te preocupes, claro que llegara, aquí es importante no confundirse, tú debes pensar en ti, no en ella; si, sé que es la manera más egoísta que habías escuchado, pero por desgracia la única que me enseñaron.
Paso Nº 3: cuando al fin llegue ese día en que llegas, te habrás dado cuenta si hiciste un buen trabajo, la manera es la siguiente: ella te recibirá con una sonrisa en los labios, con los brazos abiertos y con la llave de su corazón en su mano, para entregártela a ti, si logras que te la de, habrás logrado lo que te propusiste desde un principio; lastimarla, tú en ese momento debes abrazarla fuertemente, debes darle el beso más dulce, ella pensará en el momento en que pueda volver a verte y tú debes pensar en la forma de deshacerte de ella.
Paso Nº 4: este es el paso más importante, en este momento te das cuenta de cuánto te ama, o si simplemente te quiere como tú la quieres a ella, debes mentir y hacer que ella te defienda ante todo, debes lograr que ella te tenga por encima de todos, debes hacer que no le importe lo que piensen los demás, sólo debe creer lo que tú le digas, y si le fallas y ella se logra dar cuenta debe perdonarte una, dos, tres o hasta mil veces y después debes marcharte sin ninguna explicación.
Le habrás enseñado tu forma de amar, le habrás enseñado que el amor es farsa, actuación, hipocresía, le habrás enseñado a jugar, ella habrá aprendido que debe jugar si no quiere que jueguen con ella, ella pondrá en práctica lo que le enseñaste.
Habrá aprendido que dañar duele, pero que duele más aun ser dañada.
Habrá aprendido a mentir, habrá aprendido a poner un muro entre ella y su corazón ya sin llave.
Habrá aprendido a odiar y a que la odien.
Habrá aprendido a caer en el pesimismo, le habrás enseñado a no confiar en nadie.
Habrá aprendido que la risa es la mayor satisfacción, cuando esta sale de su voz y no de su corazón.
Habrá aprendido que tu presencia no es tan importante para ella.
Habrá aprendido a ser egoísta como tú, pensara únicamente en ella, no en los demás.
Habrá aprendido que su esperanza de ser feliz, se va hundiendo poco a poco en el lodo.
Habrá aprendido a amar un cuerpo no un corazón.
Yo hubiese querido no haber aprendido nada de esto, más sin embargo, es tan difícil olvidar lo que se aprende tan pero tan bien. Si este es realmente el significado de amar, lamento decirlo y lo digo con el corazón que yo lo odio, lo odio tanto, que quisiera saber cuándo va a ser el día que lo borre por completo.
Quisiera saber cuándo va a ser el día en que me devuelva la llave de mi corazón, que solo guarda como un trofeo más para su colección, como uno más de sus reconocimientos, quisiera saber cuándo va a ser el día que alguien más, me enseñe otra forma de amar que no sea tan dolorosa. Pero si tu quieres que alguien te ame, debes estudiar, estudiar mucho, lastimar, lastimar demasiado, amar, amar mas para que obtengas una llave más, una llave más de cada corazón destrozado a tu paso.
Si aprendes esta forma de amar por ti solo, debes sentirte el hombre más infeliz del mundo, porque haces daño conscientemente, pero si esta forma de amar te enseñaron, no debes sentirte culpable, tú no escoges victimas, ellos son voluntarios.
No sé si algún día consiga mi boleta de graduación, pero sabes? Prefiero reprobar, reprobar tantas veces como me sea posible, porque a pesar de que fue la forma de amar que me enseñaron, no se si sea capaz de ponerla en práctica, aunque me equivoco, solo hay una persona a la que le quisiera demostrar que aprendí esa forma de amar, y que puedo llegar a hacerle tanto daño como el que él me hizo a mí.
Ama sin esperar que te amen, lucha por conseguir todo lo que quieras, sueña con lo que quieres soñar, nunca odies a nadie; pues ese odio puede llegar nuevamente a ti. Recuerda los días felices, y olvida a quienes te lastimaron. Nunca obtengas un reconocimiento a costa del llanto de alguien más. Piensa en los demás antes que en ti mismo. Llora porque te lastimaron, más no porque lastimaste. Pero sobre todo, desea toda la felicidad del mundo a aquella persona que te lastimo porque en algún momento te dio alegría.
Akira
Joselin

domingo, 5 de octubre de 2008

¿Por qué el perro defiende nuestro hogar?

Que confianza nos inspira nuestro fiel amigo, el perro, que con su abnegada conducta cuida nuestra casa vigilando la entrada de extraños, ya sea con ladridos o gruñidos y aún con el ataque al intruso.
Creemos habitualmente que esta valiente y útil actitud es el fruto de su elevada inteligencia y de su cariño y reconocimiento hacia nuestros solícitos cuidados. Sin embargo, no es así. Los estudios sistemáticos de la conducta de los animales han permitido comprobar que todos ellos, inclusive nuestro perro, tienen una conducta determinada por leyes de comportamiento muy estrictas, casi como una muy perfeccionada computadora. Todos los actos de la vida de un animal están adecuadamente planeados para permitir su subsistencia como especie.
La mayor parte de los animales vive, se desarrolla, se aparea, reproduce y muere dentro de un territorio determinado, donde encuentra el sustento para su actividad vital. Este “territorio” está constituido por su guarida y una extensión de terreno, mayor o menor según sea de hábito solitario o gregario (vida en comunidad) y según halle en él una pobre o gran concentración de alimentos, respectivamente. También la extensión del territorio depende de la capacidad del animal para mantenerlo bajo su dominio.
El dominio del territorio se da tanto en los animales terrestres como en las aves y en los animales acuáticos y nos explica, por ejemplo, las tan frecuentes peleas a que asistimos entre los gorriones en las ramas de un árbol y aún en el aire, o el paradójico hecho de que cerca del nido de un gavilán vivan otros pájaros sin ser molestados, pues el “coto de caza” del gavilán está en otro lugar.
¿Cómo conoce cada animal el “propio territorio”? Desde 1949, Hedigen ha estudiado este interesante fenómeno y pudo apreciar que, en muchos casos, la demarcación de un territorio, posesión de una pareja o de una colonia de animales, se efectuaba por lo que llamó “medios químicos”. Entre los mamíferos, el método más frecuente es la emisión de orina: el animal va orinando marcando las señales que le sirven para orientarse, en las periferias de su territorio. Así ocurre entre los perros, los lobos, los leones; otros mamíferos poseen glándulas que segregan sustancias olorosas que les permiten marcar apropiadamente su dominio: el oso, el ciervo, el conejo y los llamados animales almizcleros (por el olor particular que despiden).
Los perros tienen también necesidad de territorio. Instalados en el hogar, adoptan los límites del mismo; algunos, al estar sueltos y tener acceso a la calle, pueden extender este reducido habitáculo. Lo demarcan con sus orinas en todos los puntos límites del mismo; de allí el hábito frecuente de olfatear antes de orinar y lo hacen, casi siempre, en los mismos sitios (por lo general, árboles o paredes).
Cuando alguien desconocido pretende entrar en el hogar, el perro comienza a ladrar para advertirle que invade “su” territorio, ya ocupado por seres a quienes él reconoce por el olfato. Si el intruso no hace caso de esta advertencia acústica, el perro gruñe, eriza su lomo y muestra los dientes, cumpliendo con la advertencia visual. Pero si, desoyéndolo, penetra en “nuestro hogar”, que es en realidad el “territorio” del perro, éste ataca.
Vimos que si tiene acceso a la calle, puede extender su pretensión territorial sobre las veredas y terrenos cercanos a la casa, y allí existen dos riesgos: que la frecuente invasión por perros de la vecindad y callejeros, sin hogar, provoque peligrosas peleas; y la posibilidad de que contraiga la rabia por mordeduras. Pero también es de considerable peligro para los vecinos o inocentes transeúntes que penetran en el “dominio” extra hogareño del perro y pueden ser atacados y mordidos por éste; pero, entiéndase bien, sin que signifique “maldad” o “agresividad” del animal, sino solamente el desconocimiento de sus rígidos mecanismos de conducta.
Akira
Joselin

domingo, 21 de septiembre de 2008

El cacao: alimento de los dioses y los hombres

El cacao es una planta cuyo nombre científico, “Theobroma”, significa “alimento de los dioses”. Y es que así lo consideraban los antiguos habitantes de México, quienes creían que esa maravillosa planta les había sido concedida por su benefactor, el dios Quetzalcóatl, junto con otros dones, para deleite y alegría de ellos. Con los frutos del cacao, los aztecas y mayas fabricaban una reconfortante bebida que llamaban “chacolatl”, origen del sabrosísimo chocolate que ingerimos hoy. La historia del cacao y del chocolate es la apasionante historia de cómo los hombres supieron aprovechar una planta que es un verdadero regalo de la naturaleza.
El cacao (como la patata, el maíz y el tabaco) es una planta originaria de América que fue conocida por los europeos después del viaje de colón. Es un árbol propio de las regiones tropicales, especialmente de Venezuela y México. Después de la conquista fue trasplantado a las Indias orientales, en Asia, y al África, donde prosperó extraordinariamente. Hoy su cultivo está difundido en América Central, África Ecuatorial y el sudeste de Asia.
El cacao puede alcanzar de 4 a 12 metros de altura; sin embargo, en las plantaciones o cacaotales no se le permite que pase de 3 a 8 metros para facilitar la cosecha de los frutos. Las flores no tienen aroma y brotan formando racimos sobre las ramas o el tronco. Un árbol puede dar unas seis mil flores, pero sólo un fruto de cada cien flores alcanza su madurez.
Esta planta no puede crecer sin calor y sin sombra. Por eso en los terrenos destinados a su cultivo se plantan, primeramente, árboles “parasoles” que crecen más rápido, como la mandioca y el bananero, y otro árbol llamado eritrina, que los indígenas llaman “madre del cacao” por la protección que le brinda su abundante sombra.
El fruto del cacao pende del tronco o de las ramas por un corto pendúnculo y mide de 15 a 25 cm de largo y 10 cm de diámetro. Está marcado por una decena de estrías, y en su interior hay una pulpa viscosa muy tierna, que a su vez contiene muchos granos o habas del cacao. Por lo general, se efectúan dos cosechas anuales.
Cuando el fruto esta anaranjado y produce un ruido seco al ser golpeado, comienza la cosecha. Ésta debe hacerse con mucho cuidado para mantener la calidad del producto. Luego es abierto y se le extraen los granos, que son secados al aire. Después de una primera selección, los granos se depositan en recipientes recubiertos con hojas de bananero. Allí se produce una primera fermentación: el grano sufre transformaciones químicas y adquiere un típico color caoba, que es muy apreciado por los expertos.
Los aztecas conocían y apreciaban las virtudes del cacao, y en los jardines del emperador Moctezuma se cultivaba esta planta. El soberano bebía en un recipiente de oro una exquisita bebida. Cuando Hernán Cortés llegó a México, Moctezuma le ofreció chacolatl, que era preparado con polvo obtenido de los granos de cacao mezclado con hierbas aromáticas, miel y agua hirviendo. A Cortés le agradó esa bebida y envió al rey Carlos V algunas semillas de esta planta con indicaciones útiles para preparar el chocolate. Sin pensarlo, Cortés mandó algo más valioso que el oro y la plata de los imperios indígenas, pues el cacao, con el tiempo, dio origen a una floreciente industria mundial.
Cuando Carlos V saboreó el chocolate, envió semillas a la familia real de Austria y también al Papa. Luego, el cacao fue conocido en las cortes de Francia, Inglaterra e Italia. En todas ellas despertó gran entusiasmo, y en la corte del rey Luis XIV –en el Palacio de Versalles- se servía chocolate como merienda. En Inglaterra, el chocolate fue adoptado por las clases pudientes, y en 1746 se fundó el “Cocoa Tree” o “Árbol del Cacao”, uno de los clubes más famosos del mundo.
La creciente demanda de chocolate dio nacimiento a una pujante industria, en la que se destacaron los suizos, ya que en suiza se instaló la primera fábrica de chocolate con procesos mecánicos. Lo demás pertenece a nuestros días, en que todos pueden saborear este sabroso y nutritivo alimento.
Akira
Joselin

domingo, 14 de septiembre de 2008

Historia de los números

Los números los utilizamos constantemente en casi todas las manifestaciones de nuestra vida diaria, pero difícilmente nos preguntamos cómo nacieron y, menos aún, si hace cinco o seis mil años nuestros antepasados manejaban esos números con la misma facilidad con que lo hacemos nosotros. De allí que se propone entrar en el apasionante mundo de los números para recorrer el camino que siguieron a través de los siglos, y cuyo origen está relacionado con el instinto de la propiedad.
La invención de los números data de los albores de la humanidad; de allí que el profesor Puig Adam, de la Real Academia Española de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, dijera que “la Matemática es tan vieja como el instinto de propiedad, es decir, tan antigua como el hombre”. Y agregara. “Éste se sintió matemático en cuanto al afán de retener lo suyo lo llevó a contar sus rebaños y a medir sus tierras”.
Pero, ¿cómo contaba sus ovejas, sus bueyes o sus caballos nuestro antepasado prehistórico?. Pues por medio de guijarros, que iba colocando en un recipiente de barro, uno por cada animal que llevaba a pastar por las mañanas. Al regreso, por cada animal que hacía entrar en el redil sacaba del recipiente uno de los guijarros. Si aquél quedaba vacío, su manada estaba completa. He aquí cómo se manifestaba su instinto de propiedad. También, y con el mismo fin, solía hacer marcas en los árboles.
En sus comienzos, el hombre numeraba las cosas con los dedos. Si quería decir 1, levantaba un dedo; si deseaba decir 2, levantaba dos dedos, y así sucesivamente. Con las dos manos podía contar hasta 10. Para señalar un número mayor hacía girar las manos: dos veces para el 20; tres, para el 30, etcétera. (Los aborígenes de América, dice Fernando Hoefer en “Historia de las Matemáticas”, juntaban dos veces las manos y expresaban la cifra 20 y, sucesivamente, las demás restantes.) Algunos pueblos utilizaban, además, los dedos de los pies como complemento.
Estos antiguos sistemas de numeración, cuya base es el número 20, se hallan todavía presentes en el idioma francés. Por ejemplo, “quatrevingts” (cuatro veinte) es frase que se utiliza para nombrar al número 80.
Pero además de contar, después se hizo necesario escribir las cantidades. Entonces surgieron los signos o cifras, y, con ellos, también aparecieron las creencias sobre ciertos atributos benignos, sagrados o maléficos que los antiguos les adjudicaban a algunos números.
La forma de los números romanos se parece mucho a la manera de contar con los dedos que se usaba en un principio. Así, el 1, el 2 y el 3 corresponden a uno, dos y tres de los dedos levantados. La mano abierta con el pulgar estirado significaba 5, y las dos manos abiertas y cruzadas a la altura de la muñeca expresaban el 10.
Los números que utilizamos actualmente derivaron también del sistema de contar con los dedos. El 1, desde un comienzo se escribió tal como lo hacemos hoy; el 2 era representado por dos trazos, pero horizontales; el 3, por tres bastones acostados, el uno sobre el otro; el 4, por dos bastones colocados en forma de cruz, y el 5, por una mano cerrada con el pulgar extendido. Al escribirse rápidamente, sin levantar la pluma del papel, fueron tomando la forma con que los conocemos.
Los signos que usamos actualmente provienen de la antigua escritura de la India; tal vez de la edad de oro del hinduismo, época en que adquirieron extraordinario desarrollo la astronomía, la medicina y la matemática (hacia los años 320 a 400 de nuestra era), cuando la dinastía Gupta ocupaba el trono. Sin embargo, estos signos se denominan arábigos. ¿Cuál es el motivo? En el año 711, los árabes empezaron su penetración en la India, al mando de Mahomed-ibn-Quasim, y tomaron contacto con la civilización de ese país. Posteriormente, los signos a que hacemos referencia fueron introducidos por los árabes en Europa; de allí que fueran conocidos como signos arábigos.
El cero no existía; tanto es así, que en la numeración romana no figura. En los taleros para cálculos llamados ábacos –que usaban los romanos- se dejaba vacío el lugar que debía corresponder al cero. Por fin, un día ese espacio fue ocupado por el número ideado por Brahmagupta, hindú nacido en el año 598: el famoso e importantísimo cero.
Este signo también fue introducido en Europa por los árabes después del siglo X. Y como a este número los árabes lo llamaban sifr (que significa vacío), de esta palabra derivó el vocablo cifra con que se designa a los números. Pero, en realidad, el cero es la cifra por antonomasia.
Sin embargo, pese a su importancia, el cero no interviene en la numeración oral. Por ejemplo, si escribimos 5.006.004, decimos simplemente: cinco millones seis mil cuatro. Es decir, nombramos únicamente 3 números en una cifra que consta, en realidad, de 7 números.
Los distintos pueblos del mundo crearon sus propios símbolos numéricos o formas de escribir del 1 al 0. Los babilonios grabaron signos en forma de cuña (cuneiformes) usando un estilete sobre tablillas de barro o arcilla. Los egipcios escribieron sobre papiro formas simplificadas de sus jeroglíficos. Los mayas tenían dos tipos de numeración: uno compuesto de rayas y redondeles, y otro con figuras de divinidades. Los incas utilizaron los equipos o series de cuerdas con nudos. En cuanto a los signos numéricos griegos, se formaron valiéndose del alfabeto, lo mismo que los hebreos; y los signos romanos provienen directamente de contar con los dedos. Pero los números arábigos, generalizados, son los que dominan el mundo.
Akira
Joselin

lunes, 8 de septiembre de 2008

El caballito de mar

El hipocampo o caballito de mar es uno de los animales más curiosos que existen. Es un pez y, sin embargo, no tiene escamas; la cabeza y el cuello son arqueados como los del caballo, la boca es tubular; el pecho es como el de la paloma y la cola es prensil como la de ciertos monos. Además, puede cambiar de color como el camaleón y, como los de este reptil, sus ojos pueden moverse de forma independiente hacia cualquier lado. A esta extraordinaria criatura, que parece más bien fruto de la fantasía, los antiguos griegos la llamaron hipocampo, que significa: caballo encorvado.
La forma y la organización del hipocampo no recuerdan para nada a las clásicas de los peces. Su cuerpo carece de escamas, pero está protegido por pequeñas placas óseas, que forman como una armadura externa, la que le permite conservar su forma aún después de morir. Pero sigamos con su descripción, que no hace sino acentuar la diferencia con los peces. La boca es pequeña, carece de dientes y se halla en el extremo de un hocico alargado en forma de tubo. Se alimenta de pequeños crustáceos y otros animalitos marinos, así como de plancton y formas microscópicas de seres vegetales y animales.
A causa de su envoltura rígida, el hipocampo no puede nadar horizontalmente, atravesando el agua como lo hace la inmensa mayoría de los peces. Por eso nada en posición vertical y se impulsa por medio de una diminuta aleta dorsal, en forma de abanico.
Además, flota gracias a su vejiga natatoria. Si se escapan algunas burbujas, desciende y permanece en las profundidades hasta que se produzca suficiente gas, como para poder volver a subir cerca de la superficie. La aleta pectoral y los movimientos de la cola le permiten realizar rápidos desplazamientos verticales.
La cola del hipocampo es prensil y, por lo general, se enrolla hacia delante. Con ella se sujeta a las algas u otras formaciones marinas cuando se detiene a explorar los alrededores en busca de su presa.
Durante la primavera se produce entre los hipocampos una curiosa marcha nupcial, que dura uno o dos días. Durante ella, la hembra deposita los huevos en una especie de bolsa que el macho posee en su vientre. Durante 45 días, este se encarga de incubar los huevos en el saco ventral; al cabo de este tiempo, nacen las crías. Entonces se ve algo realmente curioso, con movimientos convulsivos, el “padre” arroja de su bolsa 50 ó 60 minúsculos animalitos que continúan su desarrollo en el mar.
Este extraño pez es propio del Mar Mediterráneo y de las zonas cálidas del Océano Atlántico. Por lo general permanece cerca de las costas, pues allí encuentra abundante alimento. Los pescadores utilizan grandes redes para pescarlo, y así se han descubierto unas 40 especies de tamaño y variable, que oscilan entre los dos centímetros y medio y los treinta centímetros.
Esta curiosa criatura es sólo un capricho de la naturaleza. A causa de su envoltura externa, no es comestible. Sin embargo, en la antigüedad se le atribuían grandes virtudes; así, por ejemplo, actuaba como un antídoto, si se preparaba con vino, miel y alquitrán; en cambio, macerado en vino producía un fuerte veneno. En la Edad Media se lo aconsejaba para combatir la fiebre. Hoy, cuando los productos químicos y farmacéuticos lo han sustituido por completo, el hipocampo solo sirve para mostrar una de las virtudes con que la naturaleza lo ha dotado: la forma en que los padres cuidan con gran dedicación a sus hijos.

domingo, 31 de agosto de 2008

Las 7 maravillas del mundo

Si quisiéramos enumerar las maravillas del mundo moderno nos veríamos en aprietos por la controversia que originaríamos, ya que las que, según nuestro parecer, serían maravillosas, para otros no pasarían de ser inventos o descubrimientos importantes, pero no prodigiosos. Tal vez hubiese coincidencias al mencionar el cinematógrafo (incluido el cine sonoro), la radiotelefonía, la televisión (inclusive la de colores), los computadores electrónicos, la desintegración del átomo, el rayo láser y los vuelos espaciales. Pero habría quien considerase la afeitadora eléctrica o la vacuna antipoliomielítica como maravillas modernas.
En cambio, las maravillas del mundo antiguo fueron siete, y en eso no hay discusión.Hacia las postrimerías del siglo III antes de nuestra era, un ilustrado ingeniero llamado Filón de Bizancio redactó la primera lista de las maravillas del mundo de ese entonces, y hacia el año 150 antes de J.C hubo una segunda mención de las mismas, esta vez efectuada por un poeta, Antipatros de Sidón. Lo cierto es que se eligieron siete obras monumentales como dignas de ser nombradas; y se eligieron siete porque ese número tenía entonces un valor mágico: las Pirámides de Gizeh, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Faro de Alejandría, el Coloso de Rodas, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Templo de Artemisa en Éfeso y el Mausoleo de Halicarnaso. Y de no haber sido por la influencia del número siete, se hubiera nominado como la octava maravilla el templo de Jerusalén levantado por Salomón en el siglo X antes de J.C.
Las pirámides de Gizeh
Para dar antecedentes de estas pirámides tenemos que remontarnos a, por los menos, 4620 años atrás o, para ser más exactos al año 2650 antes de J.C., ya que por ese entonces fueron construidas. Tres reyes de la IV dinastía de los monarcas egipcios hicieron levantar sus pirámides: Keops o Cheops (en egipcio Khufu), Kefrén o Chefrén (Khaf-Ra) y Micerino (Menkaure); y dícese que los bloques de piedra fueron llevados desde Libia, tarea que demandó 10 años.Se calcula que para construir la pirámide de Cheops trabajaron unos 100.000 esclavos, quienes no sólo transportaron los bloques de piedra (más de dos millones) sino que construyeron las rampas, las palancas y los rodillos que su transporte exigía. Lo cierto es que las pirámides de Cheops, Chefrén y Micerino que se levantan en Gizeh superan a las demás en interés arquitectónico, artístico e histórico.La de Cheops mide 137,18 metros de altura y 223 metros de lado; la de Chefrén mide 136.40 metros de alto y 210.46 de lado, y la de Micerino, 62 metros y 108.04, respectivamente.

Los jardines colgantes de Babilonia
Semíramis fue una reina legendaria de Asiria que se supone vivió en el siglo XII antes de J.C. Según el mito, Semíramis había cautivado con su belleza y valor al rey Nino, quien la raptó. Al poco tiempo, Semíramis hizo asesinar para gobernar como única soberana. Fue entonces cuando fundó la ciudad de Babilonia y comenzó a conquistar el Asia. Después de reinar durante 42 años abdicó ante una conspiración dirigida por su hijo Ninias. La leyenda termina diciendo que Semíramis desapareció convertida en paloma.Babilonia era una ciudad suntuosa, con puertas monumentales y grandes templos y palacios con terrazas que sostenían los famosos jardines colgantes. Por medio de bombas hidráulicas, el agua del Éufrates era llevada hasta las terrazas para regar plantas y árboles.En esta ciudad fue donde se levantó la famosa y bíblica Torre de Babel, y allí reinó como monarca absoluto Nabucodonosor II, que destruyó el reino de Judá y su capital, Jerusalén, y reconstruyó los grandes canales del Éufrates. En cuanto a los jardines colgantes, se ignora cómo eran en realidad.
El faro de Alejandría
Hacia el final del siglo IV y principios del III antes de J.C., vivía en Alejandría un arquitecto de origen griego conocido como Sostrato de Cnido, quien estaba al servicio del rey de Egipto Tolomeo I, apellidado Soter (salvador).Sostrato –por orden de Tolomeo I- construyó, en una península de la ciudad de Alejandría, un faro que, en su época, se consideró como una hazaña técnica. Sobre una amplia base cuadrada levantó una torre octogonal de unos 100 metros de altura. En la parte superior construyó un recinto donde, por las noches, ardía un fuego alimentado con leña y resina y que servía de señal y aviso a los navegantes. La torre fue destruida por un terremoto en 1375.
El coloso de Rodas
Esta enorme estatua fue erigida en honor de Apolo como dios del Sol (Helios) a la entrada del puerto de la isla de Rodas. Estaba fundida en bronce y tenía una altura de poco más de 30 metros. Según las referencias, sus pies descansaban separados sobre sendas moles que habían sido levantadas a cada lado de la entrada al puerto, y tenía una antorcha encendida en su mano derecha.El escultor Cares de Lindo comenzó a construirla hacia el año 290 antes de J.C., y la terminó unos doce años después. Lamentablemente, un terremoto derribó a este coloso y lo hundió en el mar, quedando sobre sus pedestales restos de los pies.
La estatua de Zeus, en Olimpia
Zeus era para los griegos, el padre de los dioses (el Júpiter de los romanos). Era el señor absoluto del mundo y el que abría a los hombres el camino de la razón.Fidias fue un famoso escultor griego del siglo V antes de nuestra era, que también fue un gran fundidor, orfebre y grabador de metal.Pues bien: Fidias, para el santuario de Zeus erigido en la ciudad de Olimpia, cinceló la estatua del padre de los dioses, la que llegó a constituirse en una de las siete maravillas del mundo antiguo.La figura del Dios Zeus (de 13 metros de altura) aparecía sentada en un trono de ébano, bronce, marfil, oro y piedras preciosas. El rostro estaba enmarcado en una densa barba rizada, y con la mano derecha Zeus sujetaba a la Victoria, mientras que con la izquierda sostenía el cetro con un águila. Un incendio la destruyó en el año 475.
El templo de Artemisa, en Éfeso
La Artemisa de los griegos era la Diana cazadora de los romanos, y la imaginaban hermosa, solitaria, casta y pura, de allí que se la relacionara con la Luna. En varias partes de Grecia se le rendía culto como diosa lunar, y en Éfeso se le levantó un templo que tenía 127 columnas, sobre una superficie de 73 por 141 metros. Este templo era una verdadera maravilla, pero un ciudadano griego llamado Eróstrato, que quería salir del anonimato y adquirir celebridad, lo incendió en el año 356 antes de J.C. Los habitantes de Éfeso lo condenaron a morir en las llamas y prohibieron que se mencionase su nombre a fin de que no pudiera adquirir notoriedad, como era su deseo. Pero pese a ello, el nombre fue conocido. Dinocrates, arquitecto griego, reconstruyó el templo en su antiguo emplazamiento, pero los godos lo destruyeron definitivamente en el año 262 de nuestra era.
El mausoleo de Halicarnaso
Allá por el siglo IV antes de J.C., existía en el noroeste del Asia Menor una región llamada Caria que tenía dos ciudades importantes: Mileto y Halicarnaso. El señor de Caria, el monarca, se llamaba Mausolo, y su mujer, Artemisa.Parece ser que Mausolo tenía fervientes deseos de pasar a la posteridad, anhelo que era compartido por su esposa. Lo cierto es que Mausolo mandó construir para él una tumba monumental que proclamase su fama a través de los tiempos, para lo cual hizo ir a Caria a los mejores y más célebres arquitectos jónicos. Pero no pudo ver terminada su obra, pues murió en el año 353 antes de J.C., después de haber gobernado durante 24 años. Pero su mujer hizo continuar la obra, que se convirtió en una de las siete maravillas del mundo. El sepulcro o mausoleo (pues del nombre de Mausolo proviene el que se da a los sepulcros suntuosos) constaba de tres cuerpos, coronado por una cuadriga con las estatuas de Mausolo y Artemisa, y medía 42 metros de alto. En el siglo IV de nuestra era fue arrasado por los turcos.
Akira
Joselin

domingo, 24 de agosto de 2008

El saludo

Desde los tiempos más lejanos, el saludo fue un símbolo de respeto, amistad y cordialidad, que el hombre practicó con fundamentales diferencias, que varían según la época y los pueblos, ya que cada uno adoptó una manera de saludar, dando así nacimiento a una serie de costumbres, muchas de ellas curiosas e insólitas, que aún hoy se practican, en distintos lugares de la tierra, a pesar de ser sus culturas diferentes.
Si nos atenemos a las teorías más aceptadas, podemos afirmar que el saludo fue, en primer lugar, más que una manifestación de amistad o de afecto, la manera más clara de demostrarle a quien se acercaba, que no corría ningún peligro de ser atacado, pues la mano se mostraba extendida, en actitud pacífica.
De acuerdo con su idiosincrasia, los pueblos fueron adaptando y modificando el saludo a través de los tiempos, dándole características particulares. La desaparición de algunas vestimentas y la transformación de otras, hicieron variar la forma de saludar, pero lo que aún se mantiene viva es la raíz fundamental, que dio origen al saludo.
Uno de los saludos más universalizados es, sin duda alguna, quitarse el sombrero. Ya que el sombrero, desde hace mucho tiempo, es más que un simple complemento de la vestimenta: es todo un símbolo de la jerarquía, de quien lo lleva, conociéndose así, por su sola presencia, el grado de nobleza o importancia de su orgulloso dueño. De allí los distintos tipos de sombreros, su confección y la magnificencia de algunos de ellos, adornados con finísimas plumas o rica pedrería.
La costumbre occidental, de quitarse el sombrero para saludar, se remonta al tiempo de los caballeros de la Edad Media. Estos señores, cabalgaban siempre prácticamente encerrados en sus herméticas armaduras. Cuando se encontraban frente a otro caballero, como el yelmo les cubría totalmente la cabeza, no sabían si lo conocían o no, y esta situación, se prestaba a confusiones; por eso optaron por alzarse el yelmo, descubriendo así su rostro. Cuando se cruzaban con alguien que les parecía sospechoso, solamente alzaban la visera.
Con el correr del tiempo, desaparecieron las armaduras y los yelmos, pero quedó la costumbre de descubrirse la cabeza.los militares, aún hoy, al saludar tocan la visera con su gorra, rememorando aquella vieja actitud, de saludo y cortesía.
Pero lo realmente positivo es que, cualquiera sea la forma adoptada a través del tiempo y la idiosincrasia de los pueblos, el saludo sigue cumpliendo su hermosa función: acercar a los seres humanos y crear entre ellos un vínculo de paz, de confianza y de cordialidad.

Extrañas costumbres

En el antiguo Japón, una persona que no saludaba a otra de mayor jerarquía, podía ser condenada a la pena de muerte.
Griegos y romanos se estrechaban las manos y solían besarse en las mejillas. Los chinos se saludaban estrechándose sus propias manos, esta costumbre, aparentemente sin sentido, tiene su explicación, ya que en aquellos tiempos las fiebres y las epidemias solían azotar esas regiones, y ellos trataban así, de evitar todo posible contagio.
Ciertos indígenas de Oceanía se saludaban entrechocando sus narices. En cambio, los nativos de la Costa de Oro, acostumbraban dejar caer la toga que les cubría, dejando descubierta la espalda para demostrar confianza a la persona, que consideraban incapaz de una traición.
La costumbre de los nativos de Nueva Guinea es de lo más insólita, ya que al irse una persona querida la despiden llorando y embarrándose totalmente. En el Tíbet, algunas tribus se saludaban mostrando la lengua en señal de que jamás pronunciarían palabras ofensivas hacia el amigo.
Akira
Joselin

jueves, 7 de agosto de 2008

Sansón

Hace más de 3000 años, un hombre asombró al mundo con el poder increíble de su tremenda fuerza. Luchó solo contra cientos de soldados y fue protagonista de gigantescas hazañas. Antiguos relatos bíblicos en el libro de Jueces, nos hablan de este ser excepcional, y aún hoy su vida, su fuerza y los apasionantes hechos que llevaron su nombre a la fama siguen en pie. Ese hombre fue Sansón.
El pueblo hebreo, al cual pertenecía Sansón, estaba dominado por los filisteos, temibles guerreros que con sus armas de hierro habían sometido ya grandes territorios.
Corría el año 1150 antes de J.C. Sansón iba creciendo junto a sus padres, en Saraa, de donde era oriundo, y también día a día crecía su fuerza.
Sansón conoció a una filistea, de la cual se enamoró. Sus padres le reprocharon el haber elegido una mujer perteneciente al pueblo que sojuzgaba al suyo, pero Sansón insistió y ellos decidieron acompañarle hasta Timnat, donde ella vivía. Durante la marcha, un enorme león atacó a Sansón. Éste se trabó en lucha con la fiera y la despedazó entre sus poderosas manos.
En aquel entonces se acostumbraba inventar adivinanzas, y Sansón inventó una; seguro de que los filisteos no podrían resolverla, les dio siete días para descifrar el enigma, ofreciendo treinta túnicas de hilo y treinta mudas de otras ropas a cambio de la respuesta correcta.
Como los filisteos no acertaban con la respuesta, amenazaron de muerte a la mujer de Sansón y a su padre, y éstos, aterrados, les dieron la solución. Los filisteos contestaron correctamente el enigma, venciendo a Sansón, pero al enterarse éste cómo habían conseguido hacerlo, les atacó desmayando a golpes a treinta de ellos. Luego les quitó la ropa y así pagó su apuesta.
El suegro de Sansón, que, por ser filisteo, no le quería, le prohibió a su hija volver a verle. Sansón, al verse separado de su mujer, se enfureció e incendió todo el maíz maduro y listo para cosechar que tenían los filisteos. Éstos culparon a la mujer de Sansón y a su padre, e incendiaron su casa con ellos adentro, exigiendo al pueblo que les fuera entregado.
Ya en poder de ellos, y cuando iban a matarle, Sansón rompió las fuertes ligaduras y tomando un hueso de la mandíbula de un asno muerto, atacó con tremenda furia a los filisteos, sembrando el terror y matando, según relatan los antiguos testamentos, a mil de ellos.
Los filisteos, sabiendo que Sansón estaba en Gaza, sitiaron el lugar y le esperaron a la salida, pero él, enterado de ello, arrancó una de las puertas del acceso al pueblo y, levantándola en sus poderosos brazos, se abrió paso entre sus enemigos, quienes quedaron paralizados ante tremenda demostración de fuerza.
Pero no se dieron por vencidos, y encomendaron a una hermosa mujer filistea, llamada Dalila, que averiguara el secreto de ese increíble vigor. La hábil y bella espía logró por fin enterarse que la causa de su fuerza residía en sus largos cabellos, y un día, cuando él dormía, se los cortó; desde ese momento, su fuerza fue la de un hombre normal.Sansón fue llevado prisionero y los filisteos se vengaron quitándole los ojos. Cierto día, en ocasión de celebrarse en el gran templo pagano de los filisteos una gran fiesta en homenaje a Dagón, le llevaron para mostrarlo en tan lamentable estado. Todos los filisteos, según relata la historia, se encontraban allí. Al verse humillado y haciendo un último y gigantesco esfuerzo, Sansón, que estaba ubicado debajo de dos de los enormes pilares que sostenían el templo, lanzando un grito de ira y de victoria los rompió y el templo cayó estrepitosamente, muriendo él junto con todos los filisteos, que humillaban a su pueblo.
Akira
Joselin

miércoles, 6 de agosto de 2008

Amor.com

Cliente: ¿Estoy llamando al Departamento de Atención al Cliente?

Empleado: Así es. Buenos días. ¿En qué puedo ayudarlo?

Cliente: Estuve revisando mi equipo y encontré un sistema que se llama AMOR; pero no funciona. ¿Me puede ayudar con esto?

Empleado: Seguro que sí. Pero yo no puedo instalárselo; tendrá que instalarlo usted mismo, yo lo dirijo por teléfono ¿le parece?

Cliente: Sí, puedo intentarlo. No sé mucho de estas cosas, pero creo que estoy listo para instalarlo ahora. ¿Por dónde empiezo?

Empleado: El primer paso es abrir su CORAZÓN. ¿Ya lo localizó?

Cliente: Sí, ya. Pero hay varios programas ejecutándose en este momento. ¿No hay problema para instalarlo mientras siguen ejecutándose?

Empleado: ¿Cuáles son esos programas?

Cliente: Déjeme ver... Tengo... DOLORPASADO.EXE, BAJAESTIMA.EXE, IRA.DOC y RESENTIMIENTO.COM ejecutándose en este momento.

Empleado: No hay problema. AMOR borrará automáticamente DOLORPASADO.EXE de su sistemas operativo actual. Puede que se quede grabado en su memoria permanente, pero ya no afectará otros programas. AMOR eventualmente reemplazará BAJAESTIMA.EXE con un módulo propietario del sistema llamado ALTAESTIMA.EXE. Sin embargo, tiene que apagar completamente los programas IRA.DOC y RESENTIMIENTO.COM. Estos programas evitan que AMOR se instaleadecuadamente. ¿Los puede apagar?

Cliente: No sé cómo apagarlos ¿Me puede decir cómo?

Empleado: Con gusto. Vaya al menú INICIO e invoque PERDON.EXE. Ejecútelo tantas veces como sea necesario hasta que CORAJE.EXE y RESENTIMIENTO.COM hayan sido borrados completamente.

Cliente: Ok, listo. AMOR ha empezado a instalarse automáticamente ¿Es esto normal?

Empleado: Sí. En breve recibirá un mensaje que dice que AMOR estará activo mientras CORAZÓN esté vigente. ¿Puede ver ese mensaje?

Cliente: Sí, sí lo veo. ¿Ya se terminó la instalación?

Empleado: Sí, pero recuerde que sólo tiene el programa base. Necesita empezar a conectarse con otros CORAZONES para poder recibir actualizaciones.

Cliente: Oh, oh... Ya me apareció un mensaje de error ¿Qué hago?

Empleado: ¿Qué dice el mensaje de error?

Cliente: Dice: "ERROR 412 - PROGRAMA NO ACTIVO EN COMPONENTES INTERNOS" ¿Qué significa eso?

Empleado: No se preocupe, ese es un problema común. Significa que AMOR está configurado para ejecutarse en técnicas complicadas de la programación, pero en términos no técnicos significa que tiene que "AMAR" su propio equipo antes de poder "AMAR" a otros.

Cliente: Entonces, ¿qué hago?

Empleado: ¿Puede localizar el directorio llamado "AUTOACEPTACION"?

Cliente: Sí, aquí lo tengo.

Empleado: Excelente, aprende rápido.

Cliente: Gracias.

Empleado: De nada. Haga click en los siguientes archivos para copiarlos al directorio MI CORAZON: AUTOPERDON.DOC, AUTOESTIMA.TXT, VALOR.INF y REALIZACION.HTM. El sistema reemplazará cualquier archivo que haga conflicto y entrará en un modo de reparación para cualquier programa dañado. También debe eliminar AUTOCRITICA.EXE de todos los directorios y después borrar todos los archivos temporales y la papelera de reciclaje, para asegurar que se corre completamente y nunca se active.

Cliente: Entendido. ¡Hey! Mi CORAZÓN se está llenando con unos archivos muy bonitos. SONRISA.MPG se está desplegando en mi monitor e indica que CALOR.COM, PAZ.EXE y FELICIDAD.COM se está replicando en todo mi CORAZÓN.

Empleado: Eso indica que AMOR está instalado y ejecutándose. Ya lo puede manejar de aquí. Una cosa más antes de irme...

Cliente: ¿Sí?

Empleado: AMOR es un software sin costo. Asegúrese de dárselo, junto con sus diferentes módulos, a todos los que conozca y se encuentre. Ellos, a su vez, lo compartirán con otras personas y le regresarán unos módulos agradables.

Cliente: Eso haré, gracias por su ayuda.

sábado, 2 de agosto de 2008

Estimado Sr. Amor



Ante todo disculpe mi ignorancia en cuanto a su genero, pero es que niego a creer que algo tan bonito sea masculino.
En fin, hoy por fin me decidí a escribirle, después de mucho tiempo queriéndolo hacer.
Escribo la presente con la finalidad de obtener su gentil explicación en algunas cosas que le conciernen y que me están volviendo loca a mí también.
Se trata de usted, y sus andanzas.
Dígame, ¿Por qué es tan difícil y a la vez tan fácil sentirlo? ¿Por qué la dualidad entre lo rico que es tener amor y lo dolorosamente nefasto que es perderlo? Dígame ¿Por qué nos enamoramos tanto? Bueno no se si es el caso, de otras personas pero yo particularmente me enamoró más de la cuenta.
Y es allí donde cuestiono sus labores ¿Lo está haciendo bien o lo esta haciendo demasiado mal? No lo se. El hecho es que a pesar de todo debo agradecerle, por llenar mi vida de amor. Le agradezco por tener a tantas personas lindas cerca de mi corazón, entiendo que es obra de usted.
Pero a la vez le quiero reprochar algo, y discúlpeme si le molesto. Pero, cuénteme ¿Por qué si nos tenemos que enamorar una sola vez, seguimos enamorándonos después? ¿No debería de haber un mecanismo para que una vez que te enamores, te quedes enamorado todo el tiempo? ¿No debería funcionar así? ¿Por qué brinca usted de lado a lado, confundiéndome y contagiándome con más y más amor?
Otra cosa, ¿Por qué a pesar de que estén tan cerca de mi corazón mis amores están tan lejos? Se que la distancia no es enemiga del amor, pero si lo hace un poco más cuesta arriba.
¿Y por qué no pueden dos personas que sea aman estar juntas y ya, con el único pretexto de lo que sienten? ¿Hace falta algo más? Si usted Sr. Amor, debe combinarse con el dinero, la conveniencia, el que dirán y otras muchas cosas más, ¿no pierde su esencia, su pureza?
Otra cosa, ¿Cómo saber cuando llega el amor de tu vida a tu vida? Y disculpe mis redundancias. Porque todos se sienten tan bien al principio y poco a poco se esfuman. Es como tratar de mantener agua entre tus manos.
¿Existe una señal de la que debamos estar pendientes?
En fin, hay muchas cosas sobre usted que nunca entenderé. Pero a la vez, me alegro muchísimo de no entenderlas. Por que se que usted es inexplicable, que está fuera de toda lógica y razón, que es como debe ser.
¿Se imagina que lo entendiéramos? Todo sería tan simple y aburrido, que perderíamos interés en usted. Y como bien sabe, el ser humano, vive y muere por usted.
Disculpe que lo moleste, con lo largo de mi carta, pero sentí que debía preguntarle estas cosas.
Entiendo que cada día que pasa debe estar más y más ocupado (o por lo menos eso espero) y que hasta le incomoden ciertas cosas que le pregunto pero, he buscado la respuesta por tanto tiempo sin éxito y pensé en consultarle directamente al culpable de mis dudas.
En espera de su pronta respuesta, y nuevamente agradeciendo su existencia, me despido de usted...
Akira
Joselin

jueves, 31 de julio de 2008

El cuento a través de la historia

En sus comienzos el cuento fue un relato oral transmitido de unos a otros, principalmente con el objeto de entretener. Apareció como una forma del folklore o tradición de los pueblos primitivos. Cuando finalmente pasó de contado de viva voz a escrito, sus formas conservaron el modo de la lengua hablada, como una prueba más de su origen.
Dos cosas conviene decir al hablar de la fijación por la escritura. La primera es que generalmente se recurría a la prosa, aunque también podía hacerse en verso, y la segunda es que la extensión o duración del relato, casi siempre breve, podía ser también larga.
Es decir, no hubo de entrada una estricta diferenciación entre la forma elegida (prosa o verso) y el largo de la narración (corto o extenso).
Antes de seguir adelante será mejor tal vez recordar la definición de la perceptiva literaria respecto del cuento. Para ello podemos valernos de una elaborada por un gran cuentista y teorizador del tema: el norteamericano Edgar Allan Poe, que vivió entre 1809 y 1849.
El célebre autor dijo que la longitud del cuento debe medirse con el doble criterio temporal y psicológico. Fijó para ello como duración máxima la que permite leer la narración de una sola vez, sin que decaiga la atención. (En tiempos de reloj esto significaría de media hora a dos horas.) El límite dado por Poe tenía en vista su tesis de que el cuento debía producir una impresión rápida y de conjunto. Para que eso ocurra, el tal cuento debe poseer construcción perfecta y una gran coherencia en el relato.
Otro gran autor, cuyos cuentos pasan por ser modelos del género, el ruso Antón Chéjov (1860-1904), solía instruir acerca del modo de escribirlos, diciendo que “una descripción auténtica de la naturaleza debe ser muy breve y tiene que poseer especial interés”. Se refería a los “adornos” del cuento, como la descripción. Agregaba también: “Es necesario adueñarse de los pequeños detalles, para agruparlos de modo tal que –durante la lectura- uno vea el paisaje evocado con sólo cerrar los ojos”.
Chéjov recurría al detalle que sintetiza la descripción y es un estado de ánimo capaz de evocar vivamente en la imaginación del lector lo que se le quiere decir. En esta técnica, llamada “miniaturista” reside mucho del encanto de sus bellas y humanas narraciones.
El cuento puede definirse pues, como el relato de anécdotas más o menos unitarias en la trama generalmente breves en la extensión. Pero como se trata de un género artístico que responde a leyes muy propias, ya que ha entrado en la faz de creación individual desde hace tiempo, habrá que modificar más de una vez esta definición.
Hace poco más o menos 40 siglos fueron fijados por escrito los que pasan por ser los más antiguos relatos dignos del nombre “cuentos”. La “Historia de Sinué” es un buen ejemplo de esa serie conservada. En la biblia, para los que la leen, hay mucho de la técnica del cuento del que venimos hablando. Bastaría pensar en el libro de Ruth y en el sueño de Nabucodonosor interpretado por el profeta Daniel para entender que el narrador ha echado mano de la vieja y placentera práctica.
La mitología, a la que eran tan afectos los griegos y romanos, les dio más de un asunto para la materia de sus cuentos, y así en los poemas de Ovidio puede rastrearse más de un relato equiparable a un cuento.
Pero mucho de ese material se ha perdido, lamentablemente, y sólo lo conocemos de segunda mano por copistas o traductores.
Al afianzarse las lenguas modernas, el cuento adquiere en la Edad Media gran vitalidad. Puede ser desenfadado, como en los “flabiaux” o trovas francesas, o moralizador, como en los “exempla” (ejemplos). Aparecen también verdaderos ciclos de relatos, los del “Roman de Renart” entre ellos, donde se recogen las aventuras y desventuras de Monsieur Renart, el famoso zorro.
Pero es el lapso que se extiende entre dos siglos, el XIV y el XV, el que da lugar a la aparición de los primeros grandes cuentistas, como el Infante Don Juan Manuel, en España; Bocaccio, en Italia; Chaucer, en Inglaterra, y Margarita de Navarra en Francia.
Sin embargo, aunque lo habían cultivado un Cervantes, un Perrault o un Galland (este último consiguió, con su traducción de “Las Mil y una Noches”, que proliferaran en Europa los cuentos de ambiente oriental), hay que llegar al Romanticismo, en el siglo XIX, para que se anuncie la Edad de Oro del cuento.
Todo comenzó con la revaloración del género, a cargo de estudiosos como los hermanos Grimm, felices recopiladores de cuentos folklóricos germanos. A ellos les siguieron creadores como Hoffman y, por último, con el advenimiento de la escuela literaria citada, aparecieron cuentistas que entre 1820 y 1850 representan lo mejor de Europa y Estados Unidos de América, como Nodier, Merimée, Nerval, Pushkin, Gogol, Hawthorne y el ya citado Poe.
Desde ese momento la literatura se enriquece con un género que continúa atrayéndonos y que ha tomados formas modernas, como el policial, el fantástico, terror, suspenso, el de ciencia-ficción o anticipación.
Entre los nombres más destacados que escribieron con posterioridad a los autores citados, y entre los estrictamente contemporáneos, habría que recordar a Maupassant, Kafka, Katherine Mansfield, Hemingway, Pirandello, Horacio Quiroga, Borges y Juan Rulfo.
Akira
Joselin

sábado, 26 de julio de 2008

Te extraño

  • Te extraño tanto y lo puedes notar en el brillo de mis ojos cuando te miran, en el vibrar de mi voz cuando te habla, porque la emoción me embarga cuando te puedo ver.
  • Te extraño tanto y son mis besos y mis caricias huérfanos en tu ausencia, que se llenan de alegría, cuando llegas, cuando te acercas.
  • Te extraño tanto, que me pierdo en los recuerdos de mis sentidos, que han retratado, en cada giro, sabor, aroma y tus latidos.
  • Te extraño tanto, que mi cuerpo llora sudor salado en la larga noche que no estás aquí a mi lado.
  • Tanto te extraño que me duele el alma de extrañarte tanto!!!
  • Te extraño tanto, tu silencio me castiga sin tus palabras, mi piel no halla consuelo si no la abrazas.
  • Te extraño tanto, que de pensarte me duele ya hasta el alma, y se me aflige el corazón, y te reclama.
  • Te extraño tanto, que el caminar así solo es un castigo y quiero volver mi vida, a caminar contigo.
  • Te extraño tanto, que tú no te imaginas cuanto.
  • Te extraño tanto que la vida no tiene sentido.
  • Te extraño tanto que cada minuto, cada segundo pienso en ti.
  • Te extraño tanto que cada conversación, cada gesto pienso en ti.
  • Te extraño tanto que no hago nada más que pensar en ti.
  • Te extraño tanto que mi alma y mi cuerpo no tiene sentido, si no vienes por mí.
  • Te extraño tanto, que aunque es indivisible el amor nuestro, pienso en ti.
  • Te extraño tanto que la vida para mí no tiene sentido, si no estás junto a mí.
  • Te extraño tanto, que el mundo está lleno de una felicidad que yo no creo si no estás junto a mí.
  • Te extraño tanto, solo camino hasta la mañana pensando si vuelves por mí.
  • Te extraño tanto, que cuando veas que un ave solitaria cruza el espacio en moribundo vuelo buscando un nido, entre el mar y el cielo, pienso en ti.
  • Te he extrañado tanto desde que nos dijimos adiós, tanto que no hablo de ello, tanto que ni siquiera pienso en ello.
  • Extraño tu mano sobre la mía de regreso a casa.
  • Te extraño al estar con los amigos, te extraño al estar sola.
  • Te extraño tanto, que no me había dado cuenta que todo lo que está mal es porque no estás conmigo, que cuando me enojo, me enojo aun más porque no estás ahí para calmarme.
  • Me duele tanto que las cosas no salieran bien, me siento triste las 24 horas, todos y cada uno de los días desde que no tengo tu mano sobre la mía, desde que no me abrazas.
  • Te extraño tanto...

Akira

Joselin

viernes, 25 de julio de 2008

Parentesco y Problemas

Estimado señor juez:
Escribo esta carta para pedir que no se culpe a nadie de mi muerte. Me quité la vida porque si hubiese vivido 2 días más, habría perdido la razón tratando de averiguar quien soy.Verá usted mi tragedia:
Tuve la debilidad de casarme con un señor viudo que tenía una hija casadera; mi padre que también era viudo, se enamoró tiempo después de mi hija política y se casó con ella, por lo que mi padre pasó a ser mi yerno y mi hija política mi madrastra; por ser la mujer de mi padre.
Algún tiempo después, su mujer tuvo un hijo, el cual pasó a ser mi hermano, por ser hijo de mi padre, y al mismo tiempo, mi nieto, puesto que era hijo de mi hija política.
Mi marido resultó entonces ser mi abuelo, ya que era padre de la madre del hijo de mi padre, así que yo era nieta y esposa al mismo tiempo.
El resultado de esta serie de parentescos y problemas, es que he llegado a ser mi propio abuela.
Akira
Joselin

miércoles, 23 de julio de 2008

Poesía fúnebre a mi amigo desaparecido

I
Un cirio encendido y una lápida te recordarán
cuando ya nadie lo haga.
Tu memoria se desvanecerá en el olvido
como una página en blanco mañana.
II
¡Muerte!
Me haces sentir pequeño;
Me haces sentir que Dios no existe.
Sólo estás tú al otro lado.
Créeme, cuanto pueda te esquivaré,
y mientras a tu hermano Sueño acuda,
no he de temer tu abrazo,
pálida señora.
III
Es como un vil hurto:
la copa que tu mano alzaba,
el néctar que tus labios bebían,
se derrama ahora por el suelo...
¿Quién dijo sino?
¿Quién susurró mala fortuna?
¡Aquí paz y después gloria, decían!
No: Aquí pena y después olvido.
IV
¿Has pensado alguna vez en qué tipo
de cárcel viven los muertos?
V
Sólo se diferencian en una cosa:
la primera es cómoda y tiene humildes mantitas; la última es de madera y poco importa si te sientes bien en ella.
VI
Segunda reflexión: ¿lloras por él o lloras por ti?
VII
¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!
Una llanura infinita y ni un sólo amigo...
VII (finis)
Por ti viviré,
por lo que tú no viviste;
por ti apreciaré la vida
y besaré el sol antes de dormirme.
Por ti recordaré que sólo soy una forma de vida demasiado inteligente;
por ti veré en cada rostro
el eco lejano de una tragedia aún por llegar...
Akira
Joselin

martes, 22 de julio de 2008

Vacio Abismal

Lagrimas saladas fieles compañeras de la soledad,
El tic tac del reloj sobre la pared anunciando cada minuto.....
Música de 4 chelos, de guitarras distorsionadas tal vez......
El caer en un vació abismal, poco a poco
Sin sentir cada golpe en el camino.......
El latir de mi corazón ya se confunde con el tic tac del reloj, ya no se cual
es cual, si los minutos pasan o mi corazón aun late, si el pasar del tiempo se
queda cada vez mas atrás y el vació en este abismo se siente llegar el final, el
final de la caída......
Que puede haber mas oscuro que una vida sin sentimiento, la noche???? La noche
es solo quien nos cobija y pretendemos disfrazarnos en ella, cobijar nuestros
temores y angustias en un solo cerrar de nuestros ojos, pensando que soñamos con
aquello que nos hace feliz.
Caminar entre piedras y espinas, es como caminar entre aquello que no nos
llena, seguir un camino que tratamos de elegir pensando correcto y al paso del
tiempo y ver las plantas de los pies las vemos ensangrentadas por el mal camino
que escogimos, y me pregunto aun sabiendo el duro del camino incorrecto porque
caminamos descalzos, hay otros caminos aun mas duros pero que son por pagar un
precio a un éxito a un goce al final de el.
Creemos caminar entre neblina al no ver nada todo tan oscuro y denso, solo es
que no queremos mirar lo que hay mas haya de lo que realmente esta ahí, eh ahí
el porque de nuestros tropiezos ya que vemos la piedra y no nos importa.....
El tic tac confundiéndose con el latir de mi corazón sigue confundiéndose,
cuanto tiempo a pasado desde que empecé a escribir???
El tic tac sigue ahí, y yo también cayendo en el vació abismal de la soledad......
Akira
Joselin

lunes, 21 de julio de 2008

Hielo

Caminaba sola en la noche profunda, sin tiempo ni espacio.
Los sueños que tuve fueron de amor y pasión, y ahora se esfumaron...
La visión del horizonte es imposible, pero los ojos del águila me mostraron
todo aquello cuanto podía ver...
La tierra en la que nací, esta ahora muy atrás, y trato de encontrar el nombre
de Dios dentro de mi corazón... Padre, guíame a la tierra de la eternidad...
Afuera de las aguas del frío y profundo océano, las tierras aparecen abriéndose
y liberándome... A lo alto, en las montañas el viento sopla helado y estremece a
los valles y bosques que, durante el día, ocultan las oscuridades de la noche...
La página está abierta, el capítulo continúa...
Mis escrituras dicen muchas cosas, pero... a quien realmente le importará?...
Por años hice lo que debí hacer ... Pero en esta noche me escapé, para aprendera andar por valles y montañas que me son desconocidos, para tratar de encontrar la verdad detrás de ellos...
Cuánto mas podremos vivir en el modo en el que lo estamos haciendo?,
cuando nuestro paso termine, el tiempo se habrá ido para siempre...
Puedes decirme si caminaste tu por estos valles?
Puedes decirme si de verdad conoces el significado de la vida?
Vivir y aprender, buscar... cuanto tiempo haga falta...
Puedes verme?, estás acercándote a mi?, puedes observarme caminar peleando por el destino?. Puedes decirme cual es la gloria?
Akira
Joselin

domingo, 20 de julio de 2008

Lo que me dejaste

Dolor y melancolia me dejaste,
tu abandono no lo soporto;
el aire, la noche y la luna me recuerdan los momentos que pasamos,
el sabor dulce del néctar de tus labios, hoy me saben a veneno;
el veneno que me esta consumiendo, que se mezclo con mi sangre y me esta matando.
No respiro ni tampoco vívo sin tu amor,
la soledad me acompaña en estos momentos, pero no sabe dar consejos;
me undo poco a poco en un abismo sin salida,
en un laberinto en el cual no encuentro la salida sin tu ayuda.
Este amor me esta consumiendo poco a poco,
este amor nunca deberia de haber sido, es destructivo y letal;
pero al final ganaste la pelea y yo perdi...
perdi el sentido de la vida,
perdi lo que me enseñazte, me enseñazte el sendero del fango y el lodo, de tinieblas y oscuridad.
Y hoy regreso al mismo sendero del buen camino de donde me sacaste,
supe lo que es ver el cielo de color rosa,
hoy lo veo de color negro, como mi alma.
Corre la sangre envenenada como un río bravo en mis entrañas,
retumba en mi cerebro tú angelical voz;
se acerca a mí la dama de negro que viene por mí,
se come mi alma y mi vida la toma en sus manos.
Ya no queda mas que decirte que te ame con locura y frenesi,
y no fui bien respondida;
hoy que llego al final de mi miserable vida,
te seguire recordando hasta en el más alla,
y tu imagen en mi mente se reproducira una y otra vez
sin cansarse de repetirlas.
Solo me falta decirte que te maldigo en tu perfecta vida,
y que ojala sufras lo que yo sufri por tu amor...
Te ame y aun te amo, pero al mismo tiempo te odio...
Te amare y odiare hasta la eternidad...
Akira
Joselin

sábado, 19 de julio de 2008

Lagrimas y sed

Tus ojos brillaban.
Tus lagrimas los hacían ver hermosos,
en ellos se reflejaba mi rostro,
y también tu angustiada alma.
El miedo ataba tu voluntad,
el terror corría rápidamente por tus venas,
tu frágil cuerpo era juguete del frío,
y con tu ahogada voz intentabas un:“Por Que?”.
Pétalos sepia se divertían en el aire,
se ceñían a tu cuerpo, a tu manto azul.
El suelo era de piedras y rosas...
y nuestros pies se desgarraban con las espinas.
Me acerque lentamente a tus temblorosos labios,
en su color púrpura palpitaba algo de maldad.
Derretí mi ira en un suave y profundo beso,
y tus lagrimas rodaron mas desesperadamente.
Me embriagaba lentamente con tu sangre,
era licor que me hacia sentir tu miedo.
Te besaba para saciar mi sed de néctar...
Para saciar mi sed de vida con la tuya.
Quería que siguieras llorando...
Mi cuerpo, vacío, sin alma, sin aliento, sin sombra.
Mi maldad anhelaba la belleza de tus lagrimas.
Akira
Joselin

viernes, 18 de julio de 2008

La mujer en la antiguedad







Hoy, cuando la mujer lucha por alcanzar un plano de total igualdad con el hombre, social y profesionalmente, es importante remontarnos al pasado y ver cuál era su condición en la antigüedad, en las civilizaciones de Egipto, Sumer, Babilonia, Israelí, Grecia y roma.

La mujer egipcia
Desde sus remotos comienzos, Egipto honró a la mujer transformándola en el hada protectora del hogar y la comunidad. La mujer egipcia gozó, quizá como ninguna otra, de amplias libertades y derechos; podía llegar a ocupar cargos administrativos, realizar operaciones comerciales o, inclusive, sentarse en el trono de los faraones.
Puede enumerarse una larga lista de célebres egipcias que fueron madres, esposas e hijas de reyes, cuya influencia en la historia del país del Nilo fue sumamente beneficiosa. Entre otras, recordemos a la princesa Nofret, a la gran faraona Hatshepsut, a la bella Nefertiti, esposa de Amenhotep IV, a Nefertari, gran esposa real de Ramsés II, o a la hija de Seti I, aquella princesa que rescató a Moisés de las aguas. Finalmente, y ya en el ocaso de su historia, Egipto coloca frente a nuestros ojos la figura de Cleopatra.
El pueblo del Nilo, que podría parecernos pesimista y obsesionado por la idea de la muerte, fue en verdad una nación feliz y amante de la vida y la naturaleza. Escenas en tumbas y templos nos muestran paisajes bellísimos, una buena mesa, o al faraón gozando de un instante de intimidad junto a su esposa e hijos.
En la época del Imperio Nuevo, cuando las conquistas cubrieron a Egipto de riquezas, hombres y mujeres se lanzaron ansiosamente a la compra de toda una serie de artículos destinados a engalanar sus personas. Joyas y ropajes delicados tenían gran aceptación aun entre las clases más humildes, al igual que adornos de bronce y cosméticos.


La mujer sumeria

Entre los sumerios la mujer gozó de un plano social muy similar al de la egipcia, si bien no llegó a igualarlo. Tenía sobre sus hijos los mismos derechos que el marido y, en ausencia de éste, administraba los bienes comunes y era la autoridad suprema del hogar. También tenía la libertad de emprender negocios particulares en forma completamente independiente del marido, poseía esclavos y tenía derecho de vida o muerte sobre ellos. En ocasiones, como fue el caso de la cortesana Shub-ad, pudo llegar a reina y gobernar en su ciudad con autoridad suprema.
Una actividad muy anhelada por cualquier muchacha sumeria era la de ingresar como sacerdotisa en los templos de los dioses. Los padres de una jovencita demostraban su satisfacción y orgullo entregando su dote matrimonial al santuario.
Sin embargo, a pesar de sus libertades, la mujer en Sumer estaba sujeta a la autoridad del hombre. Este podía venderla en determinados casos o entregarla como esclava para pagar sus deudas.
La misión básica de la mujer en la sociedad sumeria consistía en dar muchos hijos a su esposo y al Estado, y en caso contrario él podía divorciarse de ella sin alegar ninguna otra razón.
La condición de la mujer de las clases inferiores era sumamente penosa, ya que debía trabajar en los campos igual que el hombre.

La mujer babilónica

En Babilonia, heredera de la civilización sumeria, la situación de la mujer fue bastante similar a la de Sumer. Tanto las muchachas como los jóvenes gozaban de notable libertad. Se han hallado tablillas de piedra o barro cocido con poemas de amor en los cuales el joven alaba la hermosura de su amada con expresiones tales como “mi amor es una luz” o “mi corazón se hincha de alegría y de cánticos frente a mi amada”. E incluso en una carta que data del año 2100 a. de C. encontramos lo siguiente: “A Bibiya… Samás y Marduk te den salud para siempre… He mandado (a preguntar) por tu salud; hazme saber cómo estás. He llegado a Babilonia y no te veo; estoy muy triste”.
Frases como éstas bien pudieron ser escritas por un joven esposo de nuestros días al cabo de un largo viaje.
El matrimonio era concertado por los padres de la pareja por medio del intercambio de presentes. El pretendiente hacia al padre de su novia un regalo valioso, pero se esperaba que éste diese a la muchacha una dote de valor superior al presente. Así era difícil determinar quién era comprado: si la muchacha o el joven.
Un hombre podía divorciarse de su esposa devolviéndole la dote y diciendo sencillamente: “Ya no eres mi esposa”, al igual que la ausencia de hijos bastaba para la separación legal.

La mujer hebrea

Entre los hebreos, como fue habitual entre casi todos los pueblos semíticos, la mujer nunca igualó al hombre en el ejercicio de sus derechos. En tal sentido, su condición fue bastante similar a la de la babilónica y sumeria, si bien tratándose de un pueblo de gran religiosidad y celoso de la moral, al menos ella no se transformó jamás en un mero objeto de placer, como lo fue en aquéllos.
Una sociedad originalmente tribal, donde el jefe de la comunidad era autoridad suprema e indiscutible, no pudo, salvo muy breves períodos, superar esa condición básica. La honra de la mujer se basaba en dos premisas: fidelidad al esposo y una pródiga descendencia. La mujer estéril era despreciada y repudiada por el esposo como una señal del castigo divino.
El mandato de Dios a la mujer fue: “Tu deseo será para con tu esposo, y éste mandará en ti”. Pero a pesar de esto, la legislación hebrea contempla a la mujer con respeto. En el relato del Génesis encontramos a Dios formando a Eva de una costilla de Adán. No la tomó de la cabeza, para que no fuese superior al hombre, pero tampoco de los pies, para que tuvieran autoridad sobre ella. La formó del costado, lo cual indicaba igualdad entre ambos.
La Biblia, para los cristianos, está llena de ejemplos de heroicas y sublimes mujeres que jugaron un papel fundamental en la historia del pueblo de Israel: Ester, una muchacha humilde, llegó a ser reina y salvó así a sus compatriotas de injustas persecuciones; Débora, valerosa mujer que marchó junto a los ejércitos hebreos alentándolos en la lucha y juzgando al pueblo; Judit, quien libertó a su pueblo del poderío asirio quitando la vida al general Holofernes, y, por último, María, la sublime madre de Jesucristo.

La mujer griega

En Grecia la mujer se agrupó en dos categorías: esclava y libre. La esclava era objeto de placer, sirviente sumisa encargada de satisfacer los deseos del hombre, dedicada a los quehaceres domésticos o, en el mejor de los casos, ama de llaves en la mansión de los ricos.
La mujer libre gozó de gran estima y llegó a ocupar un sitial de respeto, aunque jamás de igualdad con el hombre.
Entre los espartanos, posiblemente encontremos el único caso donde la mujer llegó casi a igualar al hombre. Famosa es aquella anécdota del soldado espartano que, huyendo de la lucha, volvió a su hogar. Allí lo aguardaba su madre, la cual le preguntó si retornaba victorioso. Cuando el soldado le respondió, que había huido para salvar su vida, la madre le arrebató la espada dándole muerte con ella para lavar el deshonor que había caído sobre su casa.
Los espartanos reverenciaban a la mujer, ante todo, en su calidad de madre, responsable de inculcar en los hijos el respeto hacia las leyes, el coraje y la templanza. Ocupó su lugar junto al hombre no sólo en la vida social sino ocasionalmente también en la política, cosa que en Atenas no ocurrió. Ni siquiera en tiempos de Pericles, época de gran prosperidad económica y florecimiento de las artes y letras, la mujer ateniense logró superar un puesto subordinado al del hombre. Podía acompañarlo a los espectáculos públicos, llevar a cabo negocios o tener propiedades, pero siempre debía callar en las asambleas públicas y guardar respeto al hombre.

La mujer romana

En la sociedad romana primitiva, austera y apegada al laboreo de la tierra tanto como a la guerra, la mujer ocupó un papel secundario y totalmente oscuro. Era la esposa sometida a la voluntad del amo y señor, madre paciente y laboriosa, y compañera del hombre en las tareas cotidianas.
Al urbanizarse la sociedad, y en especial, durante los períodos que llevaron a la formación del imperio, la mujer fue elevándose gradualmente hasta llegar a compartir incluso el trono de los Césares.
Siendo Roma la capital del mundo, a cuyos pies yacían pueblos y naciones, la dama romana adquirió privilegios nunca antes conocidos. Era respetada en base a su talento y no sólo por su belleza o alcurnia. Administraba sus bienes y negocios con gran capacidad y total independencia del hombre, tenía sirvientes y esclavos, y asistía a banquetes y reuniones junto con el esposo. Se cuenta que Cleopatra, tras la derrota de Marco Antonio, prefirió la muerte antes que ir como esclava a roma para servir de objeto de escarnio a las patricias romanas. Agripina, madre de Nerón, contrajo nupcias con su tío, el emperador Claudio, tras haber asesinado a su marido; y tanta fue su influencia sobre el emperador, que logró que aquél desheredara a su propio hijo, Británico, a favor de Nerón. Bajo el reinado de éste alcanzó inmenso poder hasta que Nerón, temeroso de su influencia, la mandó asesinar.
En términos generales, la mujer romana igualó a la egipcia, pero nunca pudo alcanzar total igualdad con el hombre salvo excepciones; y aun así, únicamente a través del matrimonio o la intriga.
Akira
Joselin

lunes, 14 de julio de 2008

Mi pequeño y perfecto mundo

No puedo estar contigo,
tampoco estar sin ti
y el unico lugar en el que
existe esa armonia perfecta
que los dos anhelamos
es solo en el pequeño mundo que tengo dentro de mi.
Donde no necesitamos mas
que el uno del otro
para poder sobrevivir.
Donde lo unico que existe
son los bosques sombrios
iluminados por la luna,
donde noche tras noche
me escondo tan solo
para estar junto a esa alma
que tanto necesito.
Donde derramo lagrimas
de amargo sabor,
que se mezclan con la tierra
en un punto de pasion infinita,
un mundo lleno de esperanza,
ese es el pequeño mundo que hay dentro de mi.
Un lugar colmado de silencio,
en el que mi cuerpo se combina con el tuyo,
sin dejar rastros de lo que antes fuimos,
ahora somos tan solo uno.
Akira
Joselin

domingo, 13 de julio de 2008

Amor

Esta noche tan profunda, con tu sangre me quiero embriagar.
Solo dejate llevar...
cierra tus ojos y comienza a volar.
Danzando entre tumbas y gritos de dolor,
siento tu frio cuerpo debilitandose lentamente.
De este sueño jamas despertaras!!
Tu alma sera mía, inmortal seras.
Siente mis manos resorriendo tu cuerpo,
embarrando tu sangre con un ritmo mortal,
sinfonías oscuras,
en un bosque medieval,
entregandonos el beso de la muerte
y soñando con el mas allá.
Sientes el dolor?
Quiero oirte gritar!!
En mi dulce victima ahora te convertiras.
Moriras poco a poco y en una tumba de rosas negras descansaras.
Yo bebere tu sangre,
ante almas oscuras te sacrificare,
mi amor por ti es eterno,
como el sueño infinito donde nuestras almas se unen y con la muerte juegan.
Caminando sobre espadas y durmiendo entre serpientes.
Ven hacia mi, entra en mi, pierdete en mi alma, entregate a mi.
Yo te observare morir lentamente y contigo navegaré
entre sombras infernales y abismos negros,
dolores eternos y largos sufrimientos.
Te veo pálido
tu tiempo terminó.
La magia comienza a invadirte muy despacio,
el poder de la noche te lleva hacia mi.
Entremos en un sueño sin final,
destruiremos al mundo
y nos perderemos en la oscuridad.
La noche es mistica y solo nuestra sera!!
Akira
Joselin

sábado, 12 de julio de 2008

Angel derrotado

No importaba dejar su hogar,
la comodidad de la paz eterna,
su mente se centraba en la gran necesidad,
mas en su interior aun dudaba.
Suplicando a gritos llegó hasta aquí,
bajó del suave celeste infinito,
sus negras alas aleteaban la esperanza
de encontrar el tesoro que llenaría su confundido corazón.
Buscando con afán incontable,
aquello que un día soñó encontrar,
este angel oscuro comenzó su faena;
su meta, el amor.
La noche cubría con su manto las calles,
las esperanzas se apagaban como la luz del sol,
ningún alma, ni un sonido lo acompañaba,
la tristeza de las calles lo estaba matando.
Gente sin hogar,
gente sin amar,
odio sin final,
¿qué más podía llegar?
Su ser no podía aceptar
todo el mal que la tierra acogía,
hipocrecía, dolor y angustia,
odio, guerra y muerte.
La desilución terminó por matarlo,
el llanto por destruir sus alas,
sus negras plumas flotaron a ningún lado,
un ángel más derrotado.
Akira
Joselin

viernes, 11 de julio de 2008

Alma negra

Dejaré crecer mis uñas para desgarrar tus entrañas fácilmente,
o moriré de pronto sólo para venir a visitarte, con mil demonios.
Destruiré tu aliento desesperado y malvenido
mirándote desde lejos con las venas deseando mancharte.
En dos tiempos de vals sacaré tus sesos para comerlos con gracia,
y volveré los sueños de tu mente dulces pesadillas llenas de maldad.
Rozaré tu abismo con las manos incineradas, muertas
desearás que te toque el pecho con la lengua.
¡Mírame! ¡Muérdeme!
que bailando entre mis brazos aquel tiempo no nos siente,
¡déjame clavarte mi estaca naciente!
en el momento en que mis dientes te penetran fuertemente...
¡Mírame!
El agua de ponzoña que resbala entre mis labios,
la vida tuya que se escapa a borbotones,
el dolor estancado, atajado entre mis alas;
la muerte precipitada que se esconde entre tus manos...
Akira
Joselin

jueves, 10 de julio de 2008

La Sepultura

Para tí una casa fue construida,
incluso antes que nacieras,
para tí el polvo fue destinado,
antes que salieras de tu madre.
No está concluída aún,
ni su hondura ha sido medida,
ni se sabe aún que largo tendrá.
Ahora te conduzco hacia donde estarás;
ahora te mido y a la tierra después.
Tu casa no es alta,
es baja y yacerás ahí.
El techo se alza muy cerca de tu pecho.
Así habitarás helado en el polvo.
Sin puertas es la casa,
y oscura está por dentro,
allí estarás fuertemente encarcelado
y la Muerte tiene la llave.
Atroz es esa casa de tierra
y terrible habitar allí;
vivirás allí
y te dividirán los gusanos.
Así estrás acostadoy dejarás a tus amigos.
Ningún amigo irá a visitarte.
Nadie irá a ver si te gusta la Casa,
nadie abrirá la puerta.
Nadie bajará hasta tí
porque pronto serás aborrecible para la vista.
Porque pronto tu cabeza será despojada de su cabello;
y la belleza del cabello se apagará.”
Akira
Joselin

miércoles, 9 de julio de 2008

La muerte

No te detengas en el camino
donde te encuentras andando, no pares
de caminar esos largos senderos blancos,
no manches de rojo las calles del dolor.
No te detengas al ver la luz blanca
tu sigue caminando en la soledad,
recuerda que la muerte te acompaña
deja ya de llorar, no pasara nada en la oscuridad.
Se que recorrer estos caminos duele,
entiendo lo dificil que es el dolor,
pero te aseguro que con ella, estaras mejor
no le temas a tu mejor amiga... tenle profundo amor.
El miedo es un gran traicionero
y mas cuando te encuentras en estos tiempos
en los tiempos de angustia y dolor, en
aquellos tiempos de llorar y temerle a la oscuridad.
Pero, aunque las tinieblas te asusten,
solo recuerda, que la vida es peor que el abismo,
que adonde te diriges mejor que el olvido
y aun cuando te vallas, ella estara contigo...
Akira
Joselin